La facilidad y libertad con que pueden publicarse contenidos en la Red hacen necesaria la adopción, por parte del usuario de información digital, de una serie de criterios que le ayuden a filtrar los contenidos electrónicos y a discernir la veracidad, la credibilidad, la fiabilidad y en definitiva, la calidad de las informaciones que este medio nos proporciona.
La generalización en la
publicación de contenidos en Internet ha motivado que la necesidad de aplicar
criterios de selección y evaluación se extienda a ámbitos y entornos profesionales
diversos, como pueden ser el académico y el científico que requieren de
recursos de información rigurosos y pertinentes, resulta de vital importancia
que dispongamos de unos criterios claros y funcionales para realizar estas
labores de selección de contenidos digitales.
En el entorno de la
web, son muchos los profesionales que se dedican a evaluar los contenidos
electrónicos, aunque no todos persiguen los mismos objetivos ni utilizan los
mismos métodos y criterios.
De
forma general, se distinguen los siguientes grupos:
Profesionales:
Trabajan en portales y
directorios temáticos, como Yahoo, que aportan con su labor evaluadora.
Expertos:
A través de sus páginas
personales o corporativas que proporcionan una selección de recursos evaluados
referentes a su especialidad. Los
recursos electrónicos seleccionados vienen avalados por la reputación
profesional del experto, así como por su alto grado de especialización en una
materia determinada. Un ejemplo es La página del idioma español: el directorio
de recursos electrónicos.
Instituciones como
sociedades científicas o universidades:
Proponen explícitamente
una serie de criterios y parámetros que deben de ser respetados cuando se
diseñan páginas web con un objetivo informativo, educativo o institucional determinado.
Es el caso por ejemplo de las guías de estilo web de la Universidad de
Zaragoza.
Bibliotecarios y
documentalistas:
Aportan sus
conocimientos profesionales para seleccionar y valorar recursos electrónicos
especializados, que se ofrecen en las páginas web de las bibliotecas o unidades
de información en las que realizan su actividad. Como ejemplo la Biblioteca
Universitaria de Granada.
Agencias de evaluación
o pasarelas temáticas:
Están formadas por
equipos de especialistas como académicos, b y otros profesionales, que utilizan
estrictos criterios de selección y de control de la calidad de la información
para evaluar recursos electrónicos. El resultado de su actividad se concreta en
un producto altamente valorado, pues los contenidos electrónicos proporcionados
son rigurosamente clasificados, descritos, valorados y actualizados que se destacan, por su alto nivel de
especialización.
Criterios de evaluación
La calidad de la
información electrónica puede ser evaluada desde diferentes perspectivas aunque
la más generalizada es aquella que se centra en la satisfacción del usuario y
en el análisis y la valoración de una serie de criterios que deberían de estar
presentes en los contenidos proporcionados en el entorno digital.
Antes de empezar a
analizar cualquier recurso electrónico, hay que identificar la TIPOLOGÍA del
mismo, puesto que en la web existe una variada gama de tipos de recursos:
directorio, motor de búsqueda, revista electrónica, etc. La aplicación de los
criterios e indicadores de evaluación variarán en las características de cada
uno de ellos, así como del nivel de profundidad que el evaluador decida
emplear.
Por otro lado, la
naturaleza híper textual de la web exige al menos, dos niveles de evaluación
sobre los que hay que aplicar los criterios e indicadores oportunos:
Micronavegación: Son
todos los aspectos relacionados con la navegación interna entre los propios
contenidos del sitio web.
Macronavegación:
Relacionada con los enlaces del sitio web hacia el exterior y la visibilidad
del mismo en todo el entorno de la WWW, es decir, cuestiones cómo la
recuperabilidad del recurso electrónico en cuestión en los buscadores más
utilizados por los usuarios, el número de recursos que tengan un enlace a este
sitio web, o, desde el punto de vista del diseño, la capacidad que tenga la web
para ser consultada por todos los usuarios en general (accesibilidad).
Un modelo general es un
conjunto de criterios de evaluación e indicadores válidos para un análisis y
valoración de recursos electrónicos como:
Autoría:
Es esencial para
distinguir la credibilidad de la fuente de información y la calidad de los
contenidos de un sitio web. El responsable de los contenidos, debe estar
claramente identificado mediante una serie de indicadores presentes en el
sitio:
una adscripción del
autor a la organización a la que pertenece
una breve
información del responsable
una dirección de correo
electrónico
una declaración de
principios
algún tipo de logotipo
alguna crítica de una
organización externa sobre la calidad del sitio web.
Actualización y
actualidad:
Es la actualidad de los
contenidos del sitio web evaluado, así como a la actualización de los mismos
también la rapidez e inmediatez que permite Internet como medio de edición y de
comunicación es también una de las cuestiones más valoradas en el nuevo medio,
y por lo tanto, son criterios dignos de considerarse cuando evaluamos
contenidos difundidos por esta vía. Dentro de este apartado, hay que valorar
los siguientes indicadores:
La indicación explícita
de la fecha de creación del sitio web. Suele estar indicada al pie de la página
principal del sitio web, junto a los datos de autoría.
La indicación explícita
de la fecha de actualización: de los contenidos. Explícitamente en la página
principal, al pie de la página principal del sitio web junto a la fecha de
creación
La presencia de
información actual y actualizada: En ocasiones, no existe el dato explícito de
la fecha de actualización, pero el propio contenido de la información con
referencia a hechos actuales.
La existencia de
enlaces obsoletos: que remiten a páginas no existentes porque han cambiado de
URL.
La existencia de
enlaces erróneos: que no nos lanzan a ningún sitio.
Contenido:
Integra todo un
conjunto de requerimientos propios de los contenidos o de la información
proporcionada por un sitio web. Dentro de este criterio se considera el grado
en que la información es rigurosa y precisa, el alcance de su cobertura o la
objetividad de la información proporcionada como:
Cobertura: valorar la
amplitud y el nivel de profundidad con que los contenidos son tratados en el
sitio web.
Exactitud, precisión y
rigor: Para conocer la exactitud deben poder ser verificados de algún modo.
Como el que se apoyen en citas bibliográficas, sin ambigüedades ni errores
gramaticales.
Pertinencia: Está
relacionada con la validez y la utilidad de los contenidos incluidos en un
sitio web y que hay que valorar en función de los objetivos y propósitos
declarados por el creador de los contenidos y el interés que posea la
información para el usuario.
Objetividad: Se trata
de comprobar el grado de dependencia ya que un gran porcentaje de la
información en Internet tiene un fin promocional y publicitario.
Accesibilidad:
Consiste en la
capacidad de ser aprehendido en su totalidad por todos los usuarios,
independientemente de las condiciones físicas y/o técnicas en las que se acceda
a Internet. Los indicadores que se tienen que tener en cuenta son:
Diseño compatible con
diferentes navegadores o diferentes resoluciones de pantalla: Se evalúa la
existencia o ausencia de distorsiones en la visibilidad de las páginas del
sitio web, utilizando cualquiera de las versiones de los navegadores.
Cumplimiento de la
normativa WAI (Web Accesibility Initiative): una iniciativa del Consorcio de la
Wide World Web (W3C) con recomendaciones para hacer los contenidos de la Web
accesibles para todos.
Posibilidad de imprimir
y visualizar correctamente la impresión de los contenidos del sitio.
Existencia de una Ayuda
al usuario sobre la estructura de los contenidos y la navegación del sitio,
especialmente cuando éste es complejo y amplio.
La presencia de
versiones en otras lenguas de los contenidos del sitio web, para alcanzar no
sólo una mayor accesibilidad sino también una mayor difusión de los mismos.
Funcionalidad:
Con este término se
alude a la facilidad con que, el usuario puede localizar la información que le
interesa y captar la información pertinente de forma rápida. Así los
indicadores básicos que se deben tener en cuenta para valorar este criterio:
Una estructura lógica
de contenidos en el sitio organizada en forma de tabla de contenidos, menú
jerárquico u otra organización.
La pertinencia y
adecuación de los títulos lo cual
proporciona coherencia y homogeneidad y evita la confusión al usuario. La
existencia de un mapa web que incluya, de manera jerárquica y organizada, todos
los contenidos del sitio web con enlaces activos. La existencia de un sistema
de búsqueda de contenidos propios del sitio web, que permita la localización
inmediata de la información que necesita el usuario.
Navegabilidad:
Se refiere a la
facilidad con que el usuario puede desplazarse por todas las páginas que
componen un sitio web, es posible
gracias al conjunto de recursos y estrategias de navegación Los indicadores que se valoran en este
criterio son los siguientes:
La presencia de un menú
de contenidos siempre visible.
La presencia de botones
de navegación que permitan al usuario recorrer el sitio web de manera lógica.
Diseño:
Se valoran varias
cuestiones relacionadas con el aspecto físico que contribuyen a hacer del
recurso digital un espacio agradable a la vista y fácil de leer por el usuario.
Diseño web elegante,
funcional y atractivo.
Adecuada combinación de
colores, formas e imágenes que faciliten la lectura de los contenidos.
Tamaño y tipo de letra
idóneos para una buena lectura.
Homogeneidad de estilo
y formato en todas las páginas del sitio web.
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